En este mundo parece ser que dar
las gracias se ha convertido en algo tan efímero, que ya no se obtiene el
resultado esperado, ni se utiliza en el contexto más adecuado… Forma parte de una
“cordial” coletilla de miles de frases y acciones diarias, pero cuando
realmente se necesita, ni se ofrece, ni se demuestra.
No sé, quizás es que me he acostumbrado,
o forma parte de mi personalidad el demostrar mi agradecimiento, con pequeños
detalles o acciones, a aquellas personas a las que aprecio, en cualquier momento, cuando realmente me sale, sin que venga a cuanto o con motivo, eso da igual, simplemente hacerlo cuando realmente lo siento... Pero claro, no todo el mundo
está acostumbrado a esto, al contrario.
El mundo está acostumbrado a
pensar mal, tener desconfianza hacia los demás, pensar que hay intereses detrás de cada acción, porque nadie ofrece nada sin pedir algo a cambio, nos enseñan a ser competitivos, el cmpañerismo se ha ido al traste… Por consecuencia a todo esto en lugar de
ayudar y comprender, se tiende a machacar, exigir, difundir el malestar que cada uno llevamos
dentro…
No me siento que sea mejor o peor
que ninguna persona, cada cual tenemos nuestros defectos, tengo miles de
defectos, y cada día intento trabajar en ellos, aunque algunos son duros de
pelar.
Comencé igual que mucha gente puede llegar a sentirse, amargada y desanimada, sin entender el mundo que nos rodea y sientiendome en lo más bajo que se puede llegar a sentir, sin ganas de vivir y deseando mandar todo a la mierda... Pero me
di cuenta de que así no podía continuar, que con ese sentimiento era imposible vivir y por eso me esforcé muchísimo y cambié de forma radical,
aunque la profesión siempre se lleva por dentro. Por eso mismo, todos los días me
levanto con buen humor, intentando tener el mejor día del mundo y con una mente
totalmente positiva y llena de energía para afrontar cada cosa que venga, sea
lo que sea.
Pero cada día hay cosas que nos pueden
bajar el ánimo, muchísimas cosas, encima si además hay alrededor gente que en lugar de animarte,
como un tornado que se lo lleva todo por delante y destruye todo lo que con
paciencia se va construyendo para estar mejor… Pues es bastante complicado terminar el día con tanta positividad. Pero ahí está la lucha, y nadie me va a quitar la fuerza para seguir luchando. Esa fuerza ya la he consolidado mucho para que no se destruya tan facilmente, porque ya me he cansado de pasarlo mal.
Ya tenemos bastante con lo que no
podemos controlar directamente en nuestro día a día: Los políticos de mierda que nos toca tragarnos,
porque la gente no abre los putos ojos y no los mandamos a la mierda todavía, que siguen ahí riéndose de nosotros; la
economía… puta economía… ¿Quién inventó esa mierda?; el trabajo, cada día más
precario (¡y tenemos que dar las gracias, tu!), otro invento que… Mejor no hablo… O el paro… Y muchísimos más etcéteras que podría nombrar que hacen crecer la
rabia global, una rábia que comparto totalmente y que hay que canalizar, porque si no, al final estallas.
Así que lo más sensato, es que al
menos, intentemos estar bien con quien tenemos alrededor, pase lo que pase.
Para ello hay que darle la importancia a las cosas que realmente la tienen,
pararse a pensar un poco antes de desatar la ira y la rabia por lo que nos pasa
o por lo que sentimos y ver si es un trabajo interior (de uno mismo) o es algo que se debe de
solucionar porque es una situación insostenible. Porque si no tiene tanta
importancia, ¿Para qué sacar los vientos huracanados y lanzarlo todo por los
aires? Si posiblemente nadie va a entender lo que pasa, cuando el problema es
interno. Pero si el problema no es interno, hay que actuar serena y calmadamente y tratar de resolver las cosas, porque todo tiene solución.
ASÍ QUE… MUCHAS
GRACIAS A TOD@S, POR TODO! OS QUIERO!
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