Puedo ser muchos seres,
mi alma es la misma de siempre.
Me sumerjo en el interior,
intento eliminar el superego
que siempre me ensombrece
y con sus prácticas me mece.
Me mece y mece para ganar,
me dice cosas para liar,
pero debo de saber diferenciar
para poderme liberar.
Ego, ponte ahí porque
esta vez me vas a escuchar.
Tengo una luz en mi interior
que te molesta y provoca pavor,
pero te voy a pinchar bien
aunque sé que no lo quieres ver.
Una vez fuí indio americano
con mi compañera de la mano,
sufrimos desgracias fuertes,
ahora mi alma ya no las resiente.
Libero estos bloqueos
para evolucionar de nuevo.
Puedo ser muchos seres,
mi alma es la misma de siempre.
Niño discípulo de Buddha
que jugaba con inociencia
y recorría en barca el agua cristalina
de un gran río cerca de su aldea.
Enlazo con seres del ahora,
los reconozco sin dudar
evolucionan conmigo para
seguir aprendiendo a amar.
Puedo ser muchos seres,
mi alma es la misma de siempre.
Daños pasados en esta vida
que dolían como una antigüa herida
Causa del daño de un Caballero
que envestía una espada con esmero.
Saber esto me libera tanto
que mi Ego grita de espanto
pues le gusta estar así,
triste, inseguro e infeliz.
Pero hoy ya sé como actuar
y su propósito no va a lograr
es una lucha contínua y dura
pero la llevaré con compostura.
Porque quiero liberarme,
llegar al nirvana y elevarme
y así sentir la luz del alma
en plenitud y calma.
Puedo ser muchos seres,
mi alma es la misma de siempre.
JARA GARCÍA. Mayo 2012.
