Más de un año en pausa, una pausa
forzada e inesperada, pero no por eso me siento desafortunada, sino al
contrario… Pedí encontrar al amor de mi vida y lo encontré, mira que me lo
decían, pero es cierto, que hasta que no llega, no te das cuenta de lo
auténtico que es, lo que te cambia la vida y lo que te llena.
Hay que tener cuidado con lo que
deseas… Porque cuando se realiza, ya no hay marcha atrás. Realmente me hubiese
gustado estar más preparada para que todo lo que había alrededor no se me
hubiese desorganizado tanto, esto me hace sentir un poco des-ubicada en algunos
aspectos de mi vida, pero también me lo dijeron… Nunca se está preparada.
En fin, todo este tiempo, ya casi
un año y medio, metida totalmente en mí
misma pero volcada en el gran amor de mi vida, que ha hecho que mis prioridades
cambien de forma radical, he tenido mucho tiempo para reflexionar. Esto me ha
hecho ver la vida con otros ojos y tener una oportunidad para resurgir de otra
forma, una forma más fuerte y consistente, en estos tiempos que son tan raros y
duros. Tengo claros muchos objetivos, que tenía ya claros, pero que por otras historias
que estaba viviendo, me despistaban y no han hecho que fuese a por ellos al 100%. Ahora quiero ir directa y
activamente a cumplirlos, esa es una de mis metas.
Lo que me falta ahora es organización,
que siempre me ha faltado, que ahora es tan importante… Pero bueno, lo
conseguiré.
Quiero hacer las cosas bien, en
ocasiones es complicado, con la paciencia que tengo no me resultará tan difícil
llegar a controlarlas, aquellas que no dependen de mí, pero que sí que se
moldean con mis influencias.
Me gustaría expresar tantos sentimientos,
que he dejado de escribir y de sacar de mis entrañas, que han dejado huella en
mi interior, han hecho mella en mi organismo y necesito volver a extraer, para
continuar sanando mi mente y por tanto mi cuerpo, porque sé que es la mejor
forma que conozco para conseguirlo. Poco a poco las iré sacando y plasmando
para sanar.
Así que a tirar para adelante, mirar
con la cabeza alta y con las cosas más claras que nunca.
Casi un año y medio de cambios y
experiencias nuevas, que no han hecho más que empezar.