LENGUAS DE FUEGO

Nubes de humo y lluvia de cenizas

invaden la atmósfera en su totalidad.
 Las lenguas de fuego se comen el verde
que sucumbe ante una energía indomable.

Fuerzas oscuras con un futuro negro,
que enfurece las almas verdes de los amantes
de una naturaleza que rápidamente desaparece
y que durante tantos años ha estado creando vida.

Una vida que huye despavorida sin rumbo
esperando salvarse de un destino incierto,
destino del cual el ser humano tantas veces es culpable
del final que pueda tener este lamentable cuento.

Y escribo estas palabras mientras las lenguas avanzan,
sin que se haga nada a veces, por intereses que tambien se esconden.
El alma grita en silencio, pues para esto gritar no sirve de nada,
a no ser que mi aliento tuviera el gran poder de apagar el fuego.

Sólo me queda invocar a los grandes Devas del Agua,
para que lleven su necesaria e imprescindible lluvia a las montañas,
que se condensen las nubes de agua, que caiga a chaparrones
sobre la zona afectada para cortar de cuajo las malditas lenguas.

Que la gran energía del universo se condense, que forme tormentas,
que abra el caudal del agua para que las zonas no acaben muertas
y mitigue este fuego que todos los años, lamentablemente nos atormenta.
Como odio los incendios cuando sé que hay un humano tras la puerta.

JARA GARCÍA