Los enormes bóvidos llamados Uros (Bos taurus primigenius), que los artistas del paleolítico representaron en las paredes de las cuevas y apreciaban como trofeos de caza, deambularon por los bosques de Europa durante siglos. Extinguidos hace unos 400 años, ahora la genética podría devolverlos a la vida.
Suena a otra película de Spielberg, de Parque Jurásico, pero se trata del Proyecto Tauros, un consorcio de científicos europeos que utilizan ADN secuenciado de dientes de uro para llevar a cabo un innovador programa de reproducción. Los investigadores del proyecto están seleccionando ganado bovino vivo que aún tiene genes de uro; entre las razas seleccionadas se encuentra la limiana española, la maremmana italiana y la highland escocesa. Los criadores cruzarán después ese ganado para conservar el ADN pertinente, desechar el resto y conseguir bóvidos que, en una década, se espera tengan el aspecto de sus extintos ancestros y actúen como ellos.
Comparativa del uro con el toro actual.
Los uros llegaban a medir casi dos metros hasta la cruz,
más de medio metro que la mayoría de los bóvidos actuales.
Dibujo creado por Pablo Moreno Alcolado.
Fuente: http://corredordeencierros.blogspot.com/
Dibujo creado por Pablo Moreno Alcolado.
Fuente: http://corredordeencierros.blogspot.com/
Los uros eran enormes herbívoros que en el pasado ramoneaban hayas, unos árboles que actualmente asfixian los bosques de Europa. La limpieza de los bosques por parte de los nuevos uros ayudaría a que la flora nativa rebrote. De este modo, una especie resucitada daría la oportunidad de sobrevivir a otras especies amenazadas.
Fuente: Revista National Geographic. Conservación. El retorno del Uro. Juli Berwald.
Aunque no estoy de acuerdo con lo de que las hayas asfixian los bosques de Europa, que tal vez en algunos lugares es posible que sea un problema para el sotobosque autóctono, creo que es una iniciativa muy interesante. Por este motivo creo que tenía que compartirla.
Hemos llegado a un punto que, además de creer que somos Dios, actuamos como tal. La reproducción por medio de la genética, puede ser muy beneficiosa, pero a la vez, puede ser una gran arma perjudicial. Solamente espero que los científicos tengan la cabeza muy bien amueblada, que se utilice un arma tan poderosa para beneficiar a la naturaleza, y no para destruirla.